Buenos Aires, abr. 2 (ANSud.com) - El cuerpo de delegados y los trabajadores de la sucursal que la empresa Wal-Mart tiene en la calle Güemes de la ciudad de Avellaneda debatieron en la asamblea de la semana pasada sobre su escasa participación en las ganancias y resolvieron iniciar una demanda judicial contra la firma por negarse a presentar el balance social solicitado por los representantes gremiales del sector mercantil. En contacto con esta agencia, uno de los empleados sostuvo que los directivos de la tienda ocultan ese documento porque quedarían en evidencia sus abusos contra el personal y serviría de insumo letal para que la comisión interna se plante frente a la patronal y reclame una mayor tajada al cierre del ejercicio económico. Y es que, en medio de la disputa por los criterios que utilizaba la tienda para bonificar con premios a su personal, la conducción del Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús y Avellaneda (SECLA), enfrentada con los delegados de base y señalada como responsable de amenazas y aprietes a quienes militan en listas opositoras, acompañó el reclamo de sus afiliados por más claridad y transparencia y un beneficio mayor en las utilidades de 2008. Sin embargo, también incluyeron en el escrito el pedido del balance social de la cadena de hipermercados.Sea porque desde la secretaría general buscaron congraciarse con las bases o porque simplemente se fueron de boca, dieron pie a la radicalización de los trabajadores. Las autoridades de la empresa estadounidense pusieron días atrás el grito en el cielo, pero ya era tarde: entre las góndolas, los empleados conversaban sobre el nivel de ganancias de la multinacional, la imagen negativa que consta en denuncias e informes del Ministerio de Trabajo y la imposibilidad de que baste un balance social para lavarse la cara.Desde la gerencia de Wal-Mart, alegaron que no era facultad de “un sindicato de base” solicitar ese documento, sino de la “confederación general”. Y paralelamente, al menos 3 empleados dieron a conocer a sus compañeros su decisión de aceptar el retiro voluntario que les ofreciera la firma. “Gente que, ayer, por poco hablaba de hacer la revolución anunciaba al día siguiente que tomaba el retiro voluntario”, expresó uno de los trabajadores.Al ser consultado por ANSud.com, el ex vendedor de electrodomésticos de esa sucursal despedido en el marco de lo que denunciara como persecución sindical, Gustavo Córdoba, recordó que “hace más de 4 años que Wal-Mart no presenta su balance social”. Asimismo, hizo hincapié en que tal informe permitiría difundir la situación general de la empresa, su historia, su aporte en el mejoramiento del nivel de vida laboral y personal de los empleados y su contribución al desarrollo de la ciudad de Avellaneda.No obstante, consideró que esos mismos factores pondrían sobre el tapete “la nula responsabilidad social y empresaria de la que Wal-Mart se jacta ante los medios de prensa, a los que por otra parte paga sumas millonarias en publicidad para que difundan unas prácticas y omitan otras”. Entre las mañas ocultas, subrayó “la política laboral” de la cadena norteamericana, tópico al que atribuyó “el verdadero motivo de la negativa de cumplir con su deber legal de presentar el balance social”.Por su parte, los delegados Omar Díaz y Martín Falcón enfatizaron que la empresa “emplea en su gran mayoría a trabajadores jóvenes y los somete a modalidades de contratación que lejos están de considerarse generadoras de empleo genuino y estable”. “El balance social que demandan los trabajadores pondría al descubierto todas las maniobras que Wal-Mart viene realizando para evadir responsabilidades y derechos”, aseguraron.
http://www.ansud.com/muestranota.asp?id=1261&ant=1
CUERPO DE DELEGADOS DE WAL-MART AVELLANEDA
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